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OPINIÓN | Las elecciones de concejales: ¿una oportunidad para la democracia?

POLÍTICA El CNE ha anunciado que un total de 21 organizaciones con fines políticos van a participar en las elecciones para concejales previstas finalmente para el 9 de diciembre de 2018.

El evento electoral propuesto para diciembre, en principio y por disposición del orden legal venezolano, debió realizarse en conjunto con las elecciones de alcaldes, ello atendiendo al principio de legalidad que el CNE claramente ignoró y desconoció.

Este no es un proceso electoral normal; mal podrían los candidatos a concejales diseñar una campaña asumiendo que hay reglas de juego institucionales, políticas e incluso jurídicas que operan en el marco de un sistema democrático.

En consecuencia, para que un proceso de esta naturaleza, que para muchos tiene poca importancia e incidencia, y que en el pasado reciente, con otras condiciones de país, no ha motivado la participación masiva, el gran desafío es hacer del mismo un instrumento efectivo de la lucha cívica y pacífica en la tarea de restituir el orden democrático y constitucional en Venezuela.

En estos momentos tan oscuros de nuestra historia política, los candidatos a concejales, y eventualmente concejales electos, tienen en el marco de sus atribuciones la oportunidad de convertirse en verdaderos facilitadores de procesos políticos que contribuyan efectivamente en la restauración del orden democrático y constitucional en Venezuela.

Los concejales no tienen que inventar estrategias para comunicarse con sus vecinos y menos aún para contribuir con la cohesión de la sociedad civil, pues el marco legal válidamente establecido les otorga una serie de herramientas efectivas para tal fin, que solo exigen en estos momentos un facilitador político para activarlas en defensa de la democracia desde lo local.

La capacidad real y efectiva de los concejales de abordar los asuntos públicos de manera directa con sus vecinos, de incluir la opinión de los electores en su ejercicio legislativo y de incorporar la capacidad profesional de sus vecinos en la construcción de consensos o propuestas para enfrentar los desafíos locales a través de comisiones permanentes y/o vecinales, hace posible concretar el rol de los concejales como facilitadores de procesos políticos y permite sostener la dinámica municipal en tiempos de crisis y de asfixia institucional provocada por el régimen.

Como facilitadores, los candidatos y futuros concejales deben reivindicar y convocar a los vecinos al debate político sobre el rol del municipio en el desarrollo integral de la nación y valorar en ese debate la necesidad de restaurar la institucionalidad política, ignorada y desconocida por el Plan de la Patria. También deberán resaltar en ese debate el papel de la democracia en la construcción de una sociedad justa y pacífica, capaz de garantizar las condiciones adecuadas para restaurar los niveles de calidad de vida a los que todos aspiramos, sin excepción y discriminación alguna.

El modelo de Estado federal descentralizado, la autonomía municipal y la descentralización como principios rectores, que en tiempos de democracia garantizan una efectiva labor legislativa y política de los concejales electos, simplemente hoy son ignorados por el régimen y además, se ven amenazados de desaparecer definitivamente en una eventual reforma constitucional.

El llamado de Julio Borges[1], a través de una reciente videoconferencia con la Agencia de Prensa Extranjera (APEX), de rechazar la imposición de una nueva Constitución, producto de una ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, coincide con un llamado similar de Henry Ramos Allup[2], en un evento en el estado Aragua, en donde advirtió que participar en un referendo sobre una eventual reforma constitucional sería una gran oportunidad para demostrar el rechazo al régimen.

Esos dos anuncios son coherentes con las distintas notas de prensa que el Gobierno ha publicado, en las cuales dan cuenta de prepararse para presentar una propuesta de reforma constitucional; por lo tanto, una campaña electoral local habilita la capacidad de contar con muchos facilitadores políticos de un proceso de sensibilización para rechazar la reforma constitucional y defender los valores, principios y garantías previstas en la Constitución vigente.

¿Hay relación entre la elección de concejales y una eventual reforma constitucional?

La respuesta a esta inquietud está condicionada a la capacidad de la dirigencia política democrática de asumir o no este proceso electoral de concejales como un instrumento de facilitación de procesos políticos para la restauración del orden democrático y constitucional. La defensa de estas elecciones porque es necesario ocupar o defender un cargo no tiene sentido ante el avance del deterioro institucional y democrático del país.

Los concejales electos en el año 2013 lograron que esa función de legislador municipal no se perdiera en el tiempo y se olvidara en la memoria colectiva, pero además frenaron el proceso de debilitamiento institucional del municipio; ahora, en 2018, el reto de los candidatos a concejales no puede ser otro que el asumir el rol de facilitador del proceso político de cambio desde cada rincón del país y de manera simultánea.

Los candidatos a concejales, en un rol de facilitadores de procesos políticos, deben convocar a sus electores a incluirse en una campaña de valores y principios democráticos, en la cual se diseñe una estrategia que permita el debate sobre aquellos temas que son propios de un legislador municipal, siempre y cuando haya democracia, a saber:

1.- La defensa de la autonomía municipal y de la descentralización, amenazadas por una eventual reforma constitucional que vaciaría de competencias al municipio, como ocurrió con el gobierno metropolitano de Caracas.

2.- La defensa del municipio como unidad política primaria, que, según el proyecto de reforma que recorre las redes, sería sustituido por la ciudad; es decir, la ciudad, organizada en comunas, pasaría a ser la unidad política primaria si triunfa en el referendo una eventual reforma constitucional.

3.-  La defensa de la ciudadanía, porque la exclusión propia del modelo comunal, que transformó al ciudadano en habitante, ahora podría verse más  amenazada con la posible sustitución del término “ciudadano” por el de “ser humano”, según el proyecto de reforma constitucional que circula en las redes.

4.- El reclamo por el debilitamiento intencional de la salud financiera de los municipios en Venezuela, con graves consecuencias en la capacidad de respuesta a los ciudadanos y la exigencia de transparencia y de la legalidad en la distribución de recursos para el fortalecimiento de la democracia en el ámbito estadal y municipal.

5.- La defensa del orden territorial a través de la reivindicación de las parroquias y de los mecanismos alternativos de resolución de conflictos, reivindicando la justicia de paz como atribución propia del municipio. Esto supone también la exigencia de respeto a los principios básicos del desarrollo urbano y rural en cada municipio del país por parte del poder central del régimen.

Si estos cinco argumentos no facilitan el encuentro entre concejales y electores; si esa amenaza sobre el municipio y sus instituciones no son suficientes para alcanzar una suerte de pacto político de defensa de la democracia desde lo local, a través de la cual se construyan expectativas válidas entre gobernados y posibles legisladores locales y/o se aclaren las existentes, entonces estaremos contribuyendo a vaciar de contenido las instituciones políticas municipales, como sucedió con la Alcaldía y Concejo Metropolitano de Caracas y en consecuencia, la democracia habrá perdido una gran oportunidad.

[1]El digital de Asturias.  Julio Borges llama a rechazar la reforma constitucional de Maduro. 6 de octubre 2018. Online en: https://www.eldigitaldeasturias.com/noticias/julio-borges-llama-a-rechazar-la-reforma-constitucional-de-maduro/
[2]El impulso.  Ramos Allup: no podemos cruzarnos de brazo si el gobierno somete a referendo una nueva constitución.  05 de octubre de 2018. Online en: https://www.elimpulso.com/featured/ramos-allup-no-podemos-cruzarnos-de-brazos-si-el-gobierno-somete-a-referendum-una-nueva-constitucion-5oct

*El Pitazo no se hace responsable ni suscribe las opiniones expresadas en esta columna

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